Cuatro personas con discapacidad intelectual o del desarrollo de la Escuela de Pensamiento Libre de Plena inclusión Comunidad Valenciana se han incorporado como equipo asesor al Comité de Ética de Plena inclusión.
Desde el pasado 23 de enero de 2018, un equipo de personas con discapacidad intelectual se encargará de asesorar al Comité de Ética de Plena inclusión. De esta manera culmina una meta muy deseada y trabajada desde hace tiempo en el Comité de Ética consistente en contar con la mirada, la reflexión y la aportación de las personas con discapacidad intelectual en la actividad del Comité.
Se eligió la fórmula de grupo asesor después de un proceso meditado en el seno del Comité y que se basó fundamentalmente en la idea de facilitar la participación de las personas con discapacidad intelectual mediante un proceso de formación previo y mediante el apoyo de un equipo ayudados por un facilitador en el que tuvieran la posibilidad de mantener sus propias deliberaciones antes de compartirlas con el Comité.
La existencia en la Comunidad Valenciana del proyecto “Escuela de Pensamiento Libre” muy bien desarrollado durante varios años, en colaboración con la Asociación de Filosofía para Niños, posibilitó la realización de un curso amplio sobre ética en el que participaron personas ya acostumbradas a la reflexión y al diálogo en temas complejos, como es el caso de la ética.
Este curso fue impartido por Fátima Alvárez, miembro del Centro de Filosofía para Niños de Valencia y constante colaboradora en la Escuela de Pensamiento Libre de la Comunidad Valenciana. Al curso asistieron 15 personas de las que, al finalizar, fueron seleccionadas 4 para formar parte del equipo asesor del Comité:
– Javier Royo Maragat. Centro Ocupacional La Torre
– Vanesa García Sebastián. Centro Ocupacional La Torre
– Cristina Gijón Tomás. Actualmente trabaja en una empresa ordinaria
– Teresa Sánchez Abellán. Centro Ocupacional Quart
Se inicia por tanto una nueva etapa del Comité de Ética de Plena inclusión con la participación ilusionante de estas personas y con la incorporación del punto de vista de las personas con discapacidad intelectual cuya ausencia estaba siendo valorada en el Comité como una debilidad que debía ser corregida